martes, 10 de julio de 2012

Nunca fuiste lo suficientemente fuerte para decirle la verdad, cierto? Ya todos estaban enterados sobre tu crush, y aquellas indirectas que le lanzaban a esa persona eran mas que obvias, pero, por alguna u otra razón, esa "persona especial" nunca se dio cuenta, o por lo menos, no lo parecía. Hubiese sido genial saber que pensaba de ti, si en realidad sabía cuanto darías por pasar cada día, hora, minuto y segundo de tu vida con el/ella. La presión de ser perfecto es algo totalmente incontrolable, ese sentimiento de quedar en ridículo era a lo que mas se temía, ademas de que te demostrase de que no siente lo mismo por ti. Cada día es un sin fin de imaginaciones, alucinaciones y sueños junto a este y cada vez parecían estar mas cerca, aunque en realidad todo seguía igual. Lo peor de todo esto es definitivamente esos momentos en el día en el que recuerdas que no hay ninguna posibilidad de que ocurra algo entre los dos, pero nada, absolutamente nada, se compara con ese sentimiento de acercarse mas a el/ella, cuando le hablas, cuando le escribes, cuando hay un momento en el que sus miradas se cruzan o cuando se sonríen mutuamente, es momento en el que tu corazón se acelera, sientes todo un revoltijo en tu estomago y un nudo la garganta,  y lo mejor es ese pensamiento que te cruza por la cabeza de:


"Si lo intento, tal vez podre quedar en la humillación, probablemente no volveré a ser la misma persona, pero, tengo mucho mas que ganar que lo que tengo a perder"


Aún con todo esto, seguimos sin intentarlo, y ese es el momento en el que digo que los adolescentes, nos preocupamos más por el "que dirán" que por lo que realmente nos gusta, interesa y amamos.